Sé que es predecible, pero no puedo evitarlo. En vista de que Twitter
sólo me ofrece 140 caracteres para expresar cada idea, me veo obligado a
escribir sobre la cacería del rey en formato de blog.
Cuando esta mañana cogí el ordenador y vi las imágenes del Rey al lado del elefante abatido, sólo pude sentir asco. Y lo peor es que te pones a indagar y te encuentras con más cacerías, cada cual más repugnante: osos pardos, lobos, bisontes, leopardos...
Así pues, fui a contarle esto a un tipo alto y con poco pelo que vive en mi casa, y la respuesta que obtuve fue sublime: Yo no lo veo tan mal. En todo caso, lo que más pena me da es que haya matado a un animal. Cualquier cosa que cazara me parecería mal.
Cuando esta mañana cogí el ordenador y vi las imágenes del Rey al lado del elefante abatido, sólo pude sentir asco. Y lo peor es que te pones a indagar y te encuentras con más cacerías, cada cual más repugnante: osos pardos, lobos, bisontes, leopardos...
Así pues, fui a contarle esto a un tipo alto y con poco pelo que vive en mi casa, y la respuesta que obtuve fue sublime: Yo no lo veo tan mal. En todo caso, lo que más pena me da es que haya matado a un animal. Cualquier cosa que cazara me parecería mal.
Perfecto. Ahora resulta que da lo mismo matar a un animal que a otro. Oseasé, que es lo mismo irse a cazar conejos (los cuales no tardan en reproducirse, haciendo honor al dicho) que irse de safari a por un animal en peligro de extinción. O, ya puestos, lo mismo que matar a una mosca que te está fastidiando la tarde. Y bueno, si consideramos que está mal matar a un ser vivo, no deberíamos curarnos cuando estamos enfermos, porque entonces aniquilaríamos a millones de microorganismos que no tienen la culpa de nada... Y claro, habrá que recordarle que él también es un animal.
A decir verdad, no conozco las causas profundas de que un animal nos parezca más merecedor de la vida que otro, aunque supongo que si no es muy dañino y demuestra inteligencia, lo más probable es que se nos antoje más "humano" (gran insulto, por cierto), y la gente de una mentalidad más zoofílica (y antes de pensar mal conviene buscar en la RAE) no quiera herirlo. De todos modos, no creo que sea preciso divagar sobre esto ahora mismo.
Personalmente, no me gusta la caza, pero puedo llegar a respetarla. Sin embargo, matar a un animal en peligro de extinción (esta vez paquidermos, otra vez han sido otros que merecen igual respeto) es algo que demuestra muy poca conciencia ecológica, un carpe diem que quizá se le escapa hasta el punto de no saber qué van a recibir nuestros hijos, pero oye, habrá que disfrutar el momento. De hecho, con esa paga que tiene, ¿qué puede hacer si no? Supongo que ya se ha cansado de comprar coches caros y palacios, así que de algún modo tendrá que usar la familia real esos ocho millones que recibe al año.
Y bueno, este es el representante de España en el extranjero, el mejor embajador que podríamos tener, y lo mejor de todo es que no puede ser destituido del cargo si no es por voluntad propia. Una persona que no ha sido elegida por el pueblo, y que sin embargo está dando una imagen de España al resto de países del mundo.
Creo que la imagen no podría haber sido difundida en mejor día que éste: el día de la República. No sé si ese sistema es la solución, pero desde luego llega un momento en el que es la hora de decidir si los Borbones trabajan para el bien del Estado o son unos parásitos del mismo. Mientras se decide, seguiré pensando en la frase que dice mi madre: Tenemos un rey que goza de una gran popularidad.
Cuando lo menos popular que hay es la caza de elefantes.
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